- Si, a veces. ¿Por qué?-
- Porque te veo más feliz.
- Creo que la clave es que soy menos infeliz-
- Te hizo bien separarte-
Si vuelvo a tener ese dialogo con alguien más me voy a vivir a Uganda y punto final.
No, mentira. Si, me hizo bien separarme. Volví a tener sentido del humor. Es más dicen que en este último tiempo mis seguidores de Twitter se duplicaron, y mis amigos me ponen en el medio de una ronda para que humorice -con actuación incluida- lo bizarra que se volvió mi vida.
Todos quieren escuchar de mi última salida a bailar. De cómo termine pidiendo prestado a los gritos una batería de un Galaxy S4, a la salida de un after en el Álamo y le prometí matrimonio a la persona que me la prestó.
Cómo fue que terminé bañada de alcohol. O cómo fue que terminé corriendo mi perro a las 2 de la mañana en camisolin por la calle.
Y uno se divierte. Por lo menos yo me divierto. Porque tengo "el Sindrome de Chandler Bing" no sólo no logro hacer que la gente retenga lo que estudio -No, no soy diseñadora de interiores, ni gráfica, ni estudio comunicación, y claramente no soy costurera-. Sino que además me resulta mucho más fácil hablar de mis problemas riéndome de ellos. Porque seamos sinceros a nadie le gusta caerse por patinarse con un tomate.
Pero sí, soy más feliz. Porque aprendí que la felicidad desbordada no tiene sentido si después la tristeza es igualmente de inmensa. Que divertirse con la vida está bueno, que quejarse con humor puede ser llevadero y que el que ríe último generalmente sigue riendo.
Cuando me separé decidí dejar de llorar, decidí dejar de ser victima, decidí hacer. Busqué cambiar de trabajo y encontré otro más acorde a lo que estudié. Quise cambiar de sede de facultad y sin siquiera patalear me dieron el pase. Decidí independizarme y encontré con quien.
Si, soy más feliz y saber que lo hice solita, mediante las decisiones que tomé, me hace aun más.
brindemos por eso, carajo
ResponderEliminarY que nunca se acabe el champagne!
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