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sábado, 9 de mayo de 2015

Enamorados del Amor

Es normal volver a enamorarse. Conozco gente que ha tenido no uno, ni dos, ni tres, ni cuatro "amores de su vida" sino cinco, seis o siete. Y ni siquiera llega a los 30. Los envidio. Yo tuve uno y me alcanzo y me sobro. Incluso me atrevo a decir que al menos quiero cambiar de década antes de volver a enamorarme.

Porque amar lleva tiempo, ganas, energía y dedicación. Y tanto invertí en mi última relación que por una larga temporada necesito tomarme vacaciones.

Eso es lo que no entiendo de esta gente ¿Cómo es qué después de dar todo siguen teniendo energías para dar algo más? Si vacias el contenido de un balde contra la pared, necesitas recargarlo antes de poder volver a disponer de agua. Es física pura chicas!


A este pequeño -o no tan pequeño- grupo de personas los denomino "Los enamorados del amor". Ellos no se sienten atraídos por una persona específica, sino por cualquiera que les de un poco de cariño y cumpla medianamente sus expectativas. Las cuales tampoco son muy elevadas, cosas básicas, como que respire o no sea un asesino serial de cachorritos.


Es increíble, se separan de sus parejas y en menos de dos meses están luciendo su nuevo modelo 0km. Incluso si se esfuerzan un poco logran superarse un poco cada vez, repitiendo los nombres, fechas de cumpleaños, signos zodiacales, factores sanguíneos, direcciones o alergias alimenticias. Como si aprenderse todo el cv del modelo nuevo fuese muy engorroso.


Y es que hay que reconocerles que lo es. Sino pensemos ¿Cuánto tiempo te llevo saber cuál era el regalo ideal para tu ex? ¿O cuál era su comida favorita? ¿O qué perfume tuyo era su preferido? Demasiado. Imaginate pasar por eso una y otra y otra vez. Es agotador de sólo pensarlo.


Pero a diferencia de al resto de los mortales, a estas personitas les encanta.

Mi teoría es que cuando uno se separa, usualmente, se encuentra con que desatendió un montón de aspectos de su vida: la facultad, el trabajo, los amigos, la huerta del jardín, la búsqueda de la cura para alguna enfermedad terminal, etc. Mientras que la mayoría tenemos la obligación moral de volver a construir todo eso, para así sentir que aprendimos algo y que en la próxima relación que tengamos no vamos a meter la pata tan al fondo.



Los menos, prefieren hacer caso omiso a su sentido común e ignorar todas las señales de que lo que estuvieron haciendo estaba mal. Y la mejor manera que encuentran es plantar una planta donde se seco la anterior. Tiene su lógica, así nunca ves el agujero lleno de flores y tallos secos. Pero el problema es que tampoco ves que la tierra de abajo ya estaba podrida...


Yo lo único que les puedo decir es que eso de que un clavo saca a otro funciona, pero después terminas llorando por dos clavos y encima, por martillarte un dedo.

2 comentarios:

  1. jajajjajaja, muy buena reflexión, me gusta como pensas el estar sin novio como una manera de crecimiento personal.
    Creo que el amor no esta en el otro, esta en uno mismo (creencias, moral, costumbres y hábitos) , en el otro, solo nos prestamos un ratito para descansar el alma, lo cual es ilusorio, peor es que amar llevo mucho de aprender, algo de lo que no hablamos porque nos quedamos con las relaciones superficiales, esas proyecciones mentales de lo que pensamos de nosotros. Saludos

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    1. Creo que amar es hermoso, pero para amar sanamente hay que amarse primero a uno mismo. Y por eso yo ando buscando a quien sepa amar así, para que me de un par de clases al respecto!

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