Hace mucho, cuando arranqué el Manual de Supervivencia a una Separación, les decía que uno no puede juzgar la manera en que el otro enfrenta el duelo al momento de terminar una relación. Que cada persona apela a los medios con los que más se identifica, o que más consuelo le dan y eso está bien. Yo, como todos creo que saben, opté por volver a escribir.
Me pareció que tomar con humor, algo que nos ha pasado a todos,
y compartirlo, no sólo podía hacer más fácil mi proceso, sino el de otras
personas también. Además venía del peor año de mi vida, con ataques de ansiedad
y angustia incluídos, y la idea de dejar un poco el drama, me resultaba
gratificante. Por muy Drama Queen que sea, a veces necesitamos colgar un poco
la capa, chicos.
Las semanas pasaron, y me encontré con que había gente que
se identificaba, y gente que disfrutaba de reírse un poco de nosotros mismos.
Porque a veces la risa cura, y uno termina pudiendo aceptar una realidad que
muchas veces olvidamos, y es que: nadie se muere de amor. Así que ahí me
encontré cicatrizando mis heridas no sólo a través de la catarsis, sino también
mediante la gente que me daba su apoyo. Muchos mensajes lindos me llegaron los
primeros meses, mucha gente que pasaba cosas parecidas y quería compartirlo
conmigo, y fue curando…
Hablamos de relaciones, de lo ilusa que puede ser una. De
cómo nos enamoramos de corsarios, que no quieren ser príncipes. De que el amor para toda la vida existe, pero hay que cuidarlo día a dia. De qué nuestra
generación la tiene complicada, lidiamos con la costumbre de lo inmediato, con
las múltiples posibilidades en todos los aspectos de nuestras vidas, y con la
idea de que ser romántico pasó de moda ya.
Me convencí y me convencieron de que se puede volver a ser feliz, y de que perdonar y seguir adelante es lo más sano. Ojalá hayamos
aprendido algo, y este año nos mantengamos lejos de los escorpiones y de la
gente que no quiere lo mismo que uno.
Con el pasar de los meses el blog fue mutando, empecé a
escribir acerca de estereotipos de personas, apelando a reírse un poco de uno
mismo, y de encontrar semejanzas en esos personajes caricaturescos que
describía. Creo que soy o he sido un poco de todos ellos, sino tal vez no
podría identificarlos. Alguna vez fui una Loquita de amor, alguna vez habré
sido media Problemita o media Penita, muchas veces soy una Minita y siempre,
por ejemplo, soy una Obstinada.
Humorizar mis defectos, me ayudó a verlos, y a empezar a
lidiar con ellos, pero no siempre puedo encontrar reflexiones filosóficas en mi
cabeza. Y empecé a llenar los huecos, con algo que siempre disfruté, que fue la
moda. Escribí sobre eso y se engancharon, a pesar de ser algo en lo que me
tenía poca fe. Y además le di un lugar a mi querida Tarantina, para que hiciera
un poco suyo este espacio.
Escribir me hizo más feliz. Escribir me acercó a gente
hermosa y me alejó de gente que no lo era tanto. Cumplí todas mis metas que me
propusé para este año, el estar acá, escribiendo, era una de ellas incluso.
Ojalá el 2016 sea tan benévolo conmigo. Ojalá sea verdad eso que dicen que es
una cuestión de actitud, y no de suerte. Ojalá todos podamos verlo así.
Feliz aniversario Perdiendo el Glamour, feliz aniversario
para mí misma por no abandonarlo- como tantas veces hice con otros blogs- y
feliz aniversario para todos los que me leen. Gracias infinitas por sus
comentarios, por sus visitas, por su apoyo. Gracias por ser parte de esto,
porque son el alma de este blog, sin ustedes no tendría sentido. Y sobretodo gracias por
dejarme ser feliz, haciendo algo que amo.
¡Felicidades por este año del blog! Me parece muy bien que hayas decidido reírte de tus problemas. Mi deseo es que sigas siendo feliz. Besos y ¡feliz año nuevo!
ResponderEliminarAyy, muchas gracias! En serio. Mucha felicidad para vos tambien y que tengas un feliz año nuevo!
Eliminar