(O cómo separarte sin perder el glamour que te quedaba)
Todos sabemos que terminar una relación no es cosa facil,
que es casi un cambio de paradigma personal. De repente ya no comes perdices,
comes las sobras de la pizza del día anterior. Y la mayoría de las veces ni
siquiera vale la pena poner la mesa.
Vas a los eventos familiares sola, y si tu familia es de
esas bien copadas, te sacan de la mesa de los “adultos” y te vuelven a poner en
la de los “chicos”. Si son medianamente normales, sólo te van a mirar con un
dejo de tristeza y van a sacar calculos mentales de cuanto tiempo te hace falta
para sentar cabeza, ahora que volves a estar solita.
Y ni hablar si ya estas en esas edad donde la mayoría de tus
amigas estan casadas, con hijos o juntadas. En ese caso resignate a que
intenten emparejarte con cualquier hombre que se relacione con su pareja, no
importa cuan dudoso sea su origen y referencias.
Cuando me separé, inmediatamente me abrí un blog, porque
creí que escribir podría aliviar la tristeza que sentía. No fue el caso. Pero
hoy hablando con un amigo, me surgió esta idea. Sobrevivir a un final no es
cosa facil, pero quizás si comparto mi experiencia, pueda ayudar a alguien a
evitar alguno de los mil clichés de rompimiento que viví estos meses.
Y así fue como surgió el “Manual de Supervivencia a una
Separación”.
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