Manual de Supervivencia I
Hola, si. Acabo de romper un record. Llevo 72 hs. acompañada. En estos días me las ingenié para ver amigos, vecinos, abuelos, tíos, primos, cirujas, estrellas de cine, ambientalistas de Greenpeace y habitantes de otros planetas.
¿Por qué? Porque ya lo decía Cordera en una de sus canciones: "Por la noche la soledad desespera". Y cuando recién te separas haces una cuenta media rara, donde multiplicas un poco, sumás otro poco y esa "noche" pasa a ser el día entero.
Y tapar un problema nunca es tan fácil como cuando tenés la cabeza ocupada. Y en eso, chicos, tengo un doctorado. Es más, podría escribir un manual únicamente de ese tema. El silencio pasa a ser tu peor enemigo, porque cuanto más sola estas con tus pensamientos, más te dominan. Y todo tu sentido común empieza a autoboicotearse. Ya no te parece tan terrible que se olvidara de tu cumpleaños, que atropellara a tu gato o que tirara a tu mamá del tren. Porque en tu conversación interna, todos sus accionares empiezan a estar medianamente justificados.
Así funciona el olvido, espera a que estes distraído y cuando menos te lo esperás empieza a matizar los recuerdos, cada vez de colores más pasteles hasta que quedan irreconocibles.
Por eso me esfuerzo en no dejar entrar a la nostalgia, para que no me vuelvan a romper el corazón. Cada uno tendrá sus métodos, cada uno depositará su ansiedad en algo distinto. Algunos saldremos muchos, comeremos mucho, haremos mucho deporte o caeremos en el consumismo desmedido. Pero si todo eso HOY, te ayuda a no volver a caer, bienvenido sea.
Pero no se olviden que por mucho que se tapen los agujeros, si tarde o temprano no se arreglan, vamos a terminar exactamente en el mismo lugar que estuvimos. Infelices.
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