Charla de bar
Vamos a plantear esta situación. Cuatro amigos se juntan a tomar algo.
A, B, C y D. Claramente yo soy B. en esta historia. Pero me reservo la
identidad del resto para proteger sus matrimonios, ponganle.
Pero sí puedo decir que A está locamente enamorada de su recientemente
estrenado nuevo novio. Y ve perdices a donde quiera que mire. Por oto
lado C. está soltero hace casi 3 años, y tiene una vida bastante digna
de Charlie Sheen -sólo que no es famoso y no tiene su dinero-. Y
por último D. está prácticamente casado hace 6 años, o un poco más o un
poco menos.
¿Qué paso? Lo obvio, a la sexta cerveza que desfilaba por la mesa, todos
nos convertimos en sociólogos/filósofos/videntes y es esas
circunstancias, sólo se puede hablar de una cosa: el amor y las
relaciones humanas. Al principio teníamos la costumbre de debatir sobre
política, pero después de un par de episodios poco felices, optamos por
censurar el tema.
Ya hace un par de años Sabina nos decía que el amor eterno duraba sólo
tres meses. Pero incluso siendo conscientes de esta premisa, nos
arriesgamos a sentirlo. Y ese debate nos llevó toda la noche.
Yo no sé de amores para siempre, ni de almas gemelas. Pero cuando
A. defendía a capa y espada que ella se iba a casar y envejecer con el
amor de su vida, yo quería creerle. Hollywood nos vende eso desde
siempre, tal vez uno de los poco ejemplos donde no lo hace, es con
Scarlett O'Hara y sólo porque ella se ama más de lo que puede amar a un
tercero. Entonces, con esa influencia, es normal que una parte nuestra espere que eso sea
verdad. Básicamente es como cuando votamos a un político y queremos
creerle que va hacer las cosas bien.
Ella espera que si tiene hijos, puedan crecer con sus padres juntos, y
pasar las Navidades tipo Los Campanelli. Yo me divido Navidad con mi
vieja y Año Nuevo con mi viejo desde los 7 años, por lo cual me cuesta
un poco más apoyar esa utopía.
Para C. en cambio eso es imposible. A él le gusta viajar, cambiar de
laburos cuando se aburre, juntarse mucho con los chicos, caer escabio un
martes a la casa y tener un amor en cada puerto. Dice que si encuentra una mujer que se banque eso, se
casa, pero no está dispuesto a tolerar lo mismo de ella. ¿Irónico no? Y
es por eso que sigue soltero. Lo bueno es que nunca falta alcohol en su casa.
D. tiene una opinión quizás un poco más realista de cómo son las
relaciones. Mientras todos nosotros nos íbamos de vacaciones con amigos,
el estaba conociendo a Sara. Mientras todos nosotros salíamos con
chicos, chicas o duendes, él compraba DVDs para ver un sábado a la noche
con ella. Y mientras nosotros nos tomábamos un tequila para sobrellevar
las penas amorosas de esa semana, él madrugaba para ir a pasear al
Tigre con la familia de ella.
Él fue el que más tuvo para aportar a esa charla. Nos habló de que el
amor muta, que cambia y por momentos se apaga. Que a veces predomina más
el compañerismo que la pasión. Que algunas veces cuando le llega un msj
a las tres a.m. de C. cantando en el boliche, se quiere matar. Pero que
otras ve a Sara durmiendo al lado y quiere congelar ese momento para
siempre. Que adoptó a una familia nueva con mañas y costumbres. Y que
sabe que ella es el amor de su vida, incluso si alguna vez se separaran.
A A. se le cayó una lagrima completamente emocionada. C. fingió un bostezo y yo sonreí.
Al final de la noche A. se fue a dormir con su novio, C. llamó a alguna
de sus amigas para no pasar la noche solo, D. se fue contento a su casa y
yo me quedé pensando... Quizás nos preocupamos más por la duración de
algo, que por la calidad. Quizás perdemos de vista que no importa que
sea para toda la vida, sino que dure el tiempo que nos haga felices.
Tal vez alcance con amar más y pensar menos. Y sino, les paso el teléfono de C.
¿Qué opinan?
Besos!
Me encantó lo que escribiste, muy real!
ResponderEliminarSaludos
Graciasss! Me alegro que te guste, si tenes ganas de recibir nuestras actualizaciones, te dejo el link de la suscripción! https://feedburner.google.com/fb/a/mailverify?uri=PerdiendoElGlamour
EliminarBesos!!