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jueves, 22 de diciembre de 2016

Quereme, aunque sea mal...

Nos adaptamos a adaptarnos, le dije el otro día a un amigo, y él me sonrió de lado.

-Podrías adaptarte a invitarme las cervezas- sugirió, y no pude evitar sonreír. Tomás tiene ese talento, a veces poco valorado, de transformar mis catarsis en risas.

Pero en esta caso, iba a tener que esforzarse más si quería sacarme esa sensación del pecho. Porque como siempre decía mi abuela, cuando abrimos los ojos respecto a algo es imposible volver a cerrarlos.

Llevo una vida acostumbrándome a cosas, pecando de conformista. En algún momento fue un laburo, en otro una relación y en otro una amistad. Nos convencemos inconscientemente que eso es lo que nos merecemos, que tenemos el amor que nos tocó, el que valemos, el que es para nosotros. Y nos negamos a entender de razones, apoyándonos en la idea de que es preferible que nos quieran mal a que no nos quieran.

¿Cuántas veces te cortaron el teléfono, te clavaron un visto, te cancelaron a último minuto? ¿Cuántas veces te  expusiste? ¿Cuántas veces fuiste por ahí con el corazón en la mano sabiendo, en el fondo, que no te querían igual? Si sos como yo, la respuesta es muchas.

Porque me criaron con la idea de que así funcionaba la vida, que uno tenía que ir por lo que quería sin importar las consecuencias, que uno tenía que poner el corazón en todo lo que hacía y que no gana el que se rinde. 

Lo que no me explicaron es que la gente no tiene la obligación de quererme como yo quiero que me quieran. Y que la mayoría de las veces, en las relaciones, iba a ser precisamente lo contrario.

Y lo que es más importante: que en esos casos hay que tirar la toalla.

Demasiado Disney, demasiadas novelas, demasiado Sex and the City, me terminaron haciendo creer que el desinterés era una parte negociable de una relación. Que eran cosas que se podían manejar. Que si no me quería ver, no importaba, seguro estaba con problemas o tenía alzheimer y no se acordaba quién era, o su mamá no lo dejaba verme porque yo siempre fui muy intensa y no estaba a favor de las nueras que maldicen y son ateas. Siempre tuve demasiadas justificaciones para los terceros.

Quiero creer que llegará un día donde eso se termine. Dónde deje de encontrar una razón para cada desplante. Dónde deje de creer que es preferible sufrir por amor que no sentirlo. Dónde deje de conformarme con la idea de que es preferible que me quieran mal a que no me quieran. 

Mientras, dicen que el primer paso es aceptarlo. Y si es así, chicos, yo ya estoy re encaminada... 

Feliz Navidad y que el 2017 nos encuentre con un poco más de glamour!

lunes, 19 de diciembre de 2016

Sentir después del amor

Tengo 26 años, y soy feliz. En serio. Tengo un trabajo que me apasiona, de esos que no tienen lunes, porque nunca te queres matar por arrancar la semana. Estudie una carrera que resulto ser LA carrera. Esa profesión que estaba hecha para mi, que estaba destinada a hacerme feliz.

Tengo familia, amigos, y la vida que siempre quise a esta edad. Después de claro, resignarme a que no iba a conquistar el mundo.

Pero así y todo, hay noches que extraño muchísimo sentir algo. Lo más difícil de separarse de alguien, de que te rompan el corazón, de dejar de amar; es precisamente eso. Que esa adrenalina que produce el enamoramiento también la tenés que dejar ir, y no la podés depositar en otra lado.


Uno puede compensar casi cualquier cosa. Terminé la facultad y metí toda esa energía y tiempo en la actividad física, en mirar series, o en escribir. Pero me separé, y esa sensación, esas cosquillas en la panza, ese vértigo, se fueron con él…

Y yo, pobre infeliz, llevo desde entonces queriendo sentir algo. “¿Vos querés estar de novia?” Me suelen preguntar. La respuesta es: No, ni loca. No quiero estar en pareja, porque estar en pareja te consume un tiempo que en este momento no sé si quiero ceder. Pero quiero sentir.

Quiero salir con alguien y que me genere algún tipo de emoción. Quiero dejarle de contarle a mis amigas que tengo citas malas, donde miro el reloj pensando en que entre en un vórtice temporal donde el tiempo no pasa. Porque lo peor es que sé que el problema no son ellos, o al menos no siempre.

El problema soy yo. Porque hace exactamente dos años que me pelee y sin embargo, en ese tiempo solo una sola persona logro interesarme. Probablemente porque me da bolilla de manera aleatoria, bipolar, e incongruente. Si, sé que las tres palabras rondan en lo mismo, pero quería ser clara, ja.

Pero a la vez, también sé que es lo normal. Que lo normal es que uno ya no pierda la cabeza a los 26 como a los 20. Que lo normal es que uno no encuentre en todas las primeras citas una historia de película. Y porque lo normal es que ese tipo de amor intenso y lleno de adrenalina, no lo encontremos en cualquiera.

Es por esto que les digo, lo más difícil de dejar de estar enamorado es recordar, los domingos nublados, que alguna vez vamos a poder volver a sentirlo…


martes, 27 de septiembre de 2016

Estar Enojado es Fácil...

El enojo simplifica las cosas, simplifica los sentimientos al extremo. Porque donde hay enojo, nada más puede instalarse. No le da lugar al amor, ni a la tristeza y mucho menos al perdón. Si el enojo se mete en tu corazón, este pasa a estar amurallado. Los sentimientos se van a colar a cuenta gotas y vas a creer que tenes todo controlado. Porque se camufla.

Podes estar enojado durante meses sin saberlo. Podés creer que superaste una relación porque no se te cae una lagrima, que hiciste un duelo o que te olvidaste de alguien, pero no es real. El que está hablando es ese sentimiento de mierda, que te impermeabiliza y desde las sombras opaca todas las otras sensaciones.

martes, 28 de junio de 2016

Loquita de Amor - Toma II

El otro día estaba sentada en el subte esperando que arranque, cuando una chica se sentó al lado mío. La miré de reojo y la reconocí instantáneamente. Los años habían sido bastante magnánimos con ella. Tenía el cabello considerablemente más largo, ya no parecía una flogger y claramente se había dejado de quemar el pelo con decolorante.

Levantó la mirada y después de parpadear un par de veces me sonrió. “¿Cómo estás B?”. Hace más de seis años que no nos cruzábamos, pero ahí en frente mío estaba Loquita de Amor I. Le contesté que bien, que cómo andaba ella, qué era de su vida. Y pensé en que el Facebook traidor, con sus nuevos algoritmos y sistema de seguidores, hace rato no me ponía al tanto de sus cosas.

miércoles, 15 de junio de 2016

El Mito de la Media Naranja

-No quiero encontrarme más medias naranjas incompletas en mi vida, en serio, estoy harta- sentencié.

-¿Cómo qué no?-

-No, yo soy una fucking naranja completa. No necesito una mitad que me complete. A lo sumo otra naranja entera para que podamos… No sé, ser jugo-

-Claro, nadie hace jugos de una naranja y media, sería ridículo- 

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domingo, 12 de junio de 2016

Rehenes de la Inseguridad

Hay cosas que nos generan impotencia, que nos dan bronca, que nos nublan el juicio. La semana pasada me robaron el celular, y aunque no me pasó nada, lo cual debo agradecer, un parte del enojo todavía me dura. Lógicamente entiendo que debería estar agradecida de haber salido completamente sana de la situación, pero no deja de indignarme.

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Soy humana, pero sobretodo soy asquerosamente posesiva y territorial. Y aunque vengan uno tras otro a predicarme el discurso zen de que lo importante es estar sana, no puedo evitar apretar la mandíbula y contestar de manera automática un “ya lo sé”.

martes, 31 de mayo de 2016

Errar es Casi Humano

Engañé a Carla-

Mire a Tomás sin poder creerlo, no el engaño, sino la falta de oportunidad. Ni siquiera me había dejado sentar antes de tirarme esa bomba. Es más, todavía tenía puesta la campera.

Debería irme ahora que todavía estoy a tiempo ¿No?- le pregunté.

Imposible, ya te pedí una cerveza- suspiré y me senté en la mesa.

Espero que la traigan pronto. Bueno, ¿Qué pasó?-


Carla y Tomás están de novios hace un tiempo considerable. Son de esas parejas sólidas que todos creemos que van a estar unidas incluso si viniera una apocalipsis zombie. Ese tipo de amor compañero, divertido, sano. Si de alguien no me imaginaba esa confesión era de él. En serio, es mi único amigo que la novia no me odia, debería cuidarla un poco más!

jueves, 19 de mayo de 2016

Disparadores de Recuerdos

La mente se maneja de una manera curiosa ¿Saben? Una vez en una clase de comunicación la profesora nos explicaba que nuestro cerebro funcionaba en base a una biblioteca de conocimientos que ya tenía archivada. Si yo ahora te digo: “Pensá en una mesa”, instantáneamente tu cerebro irá a la imagen mental que tiene asociada a una. Ninguno va a pensar en la misma, por el simple hecho de que ese pensamiento va a estar supeditado de los recuerdos que tengas asociado a esa palabra.



Este proceso mental lo hacemos continuamente, es la manera que tiene nuestra mente para decodificar y facilitar el lenguaje. Si este proceso no existiese, nuestro cerebro debería almacenar una y otra vez la misma información, haciendo que cualquier pensamiento fuese sumamente engorroso.

jueves, 21 de abril de 2016

3 Tendencias Infaltables para este Invierno

Moda Invierno 2016


¿Se acuerdan del verano? Con tanta lluvia parece haber quedado en un pasado remoto. Pero aunque por momentos nos olvidemos, el invierno ni siquiera llegó todavía.  Y es por eso que me creo aún con derecho para compartir algunas de las tendencias que vamos a ver esta temporada.

Como ya todos saben, o al menos lo sabía  Wilde, la moda es una forma de arte tan espantosa que cada seis meses tiene que renovarse. Si Oscar fuese contemporáneo nuestro, sostendría que esa renovación es cada 2 o 3 meses. Así  que aprovechen y sumérjanse en este mar capitalista/consumista que amamos y odiamos en partes iguales.

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Y es por eso que si hablamos de tendencias les tengo que nombrar tres que la van a romper este invierno. 


lunes, 18 de abril de 2016

El Arte de Tropezar

¿Qué es lo que más me molesta de tener un blog? Cuando mis supuestas amigas, me citan en mi contra. En serio, pasa más a menudo de lo que ustedes se imaginan. Tengo amigas, como Tarantina, que cuando me ven derrapar en vez de aconsejarme de manera objetiva recuerda alguno de mis blogsconsejos, y me lo refriega por la cara.

El otro día me decía “No entiendo por qué te estas volviendo a tropezar con la misma piedra, no se supone que la felicidad se compone de pequeñas decisiones?”. Estábamos chateando, ni siquiera la tenía en frente y sabía que había perdido la batalla.



Yo solita me había metido en una guerra que de ante mano estaba perdida. Casi como cuando Hitler decidió pelear más frentes de los que podía controlar. “¿Por qué te haces esto? ¿Por qué no elegís estar bien?” me preguntó después de un rato. Y me quede callada. En estos últimos meses, se supone que aprendí a lidiar conmigo misma de muchas maneras. Soy una versión casi 2.0 de la persona que era, pero así y todo hay cosas que no podemos soltar.

Las personas elegimos mal, y siempre vemos mejor en el ojo ajeno el fardo, o el pasto, o lo que venga a decir el dicho. Porque en el fondo somos masoquistas, así como nos acomodamos, nos boicoteamos, y siempre nos exponemos de múltiples formas. Nos vendieron el cuento de que las relaciones tienen que ser complicadas, que tenemos que dar mil vueltas antes de poder disfrutar de las perdices y que lo fácil aburre.


¿Y qué es lo peor de todo? Cuando tiene razón, cuando Tarantina me gana en mi propio terreno porque me conoce hace años. Porque sabe cuándo me estoy mintiendo a mí misma y porque sabe cómo va a terminar algo antes de empezarlo. Al fin y al cabo, los humanos somos seres basados en la repetición de patrones.

-Ya sé que no debería hacerlo- le contesté después de un rato.


-Ya sé que lo sabes, siempre lo sabes B.-

Y no hubo más que agregar. Hombres, mujeres, niños y niñas, siempre una parte de nosotros sabe cuándo está tomando una mala decisión, siempre somos conscientes cuando empezamos a cavar nuestra propia fosa. Pero así como lo sabemos, también sabemos que lo más fácil es ceder a esos impulsos por más que a la larga sean contraproducentes.



¿Qué les puedo decir? Tarantina tenía razón, y yo me quemé jugando con fuego, básicamente la historia de mi vida(la parte del fuego, no que ella estuviera en lo correcto). Pero de todas las experiencias aprendemos, y cómo diría mi querida amiga “Todos tenemos nuestros tiempos”. Lo importante es dar siempre un paso más para estar bien, y mientras, que nadie nos quite lo bailado ¿No?.

¿Y ustedes qué opinan? ¿Apostamos por causas perdidas por vicio, por costumbre o por convicción?

viernes, 15 de abril de 2016

Las rubias no se divierten más

-Cada vez estas más rubia!-
-Y no por eso más feliz- le contesté una vez a una amiga.

¿Vieron qué dicen que las rubias se divierten más? Bueno, es un mito. Me pase un año y medio cambiándome el color de pelo, hasta encontrarme platinada. Sí, ese tono polémico que nadie debería tener, excepto que seas Marilyn Monroe o mi abuela. Y dado que ninguna de las dos está en este plano actualmente, se nos acabaron las excepciones permitidas.


Mi abuela se platino antes de casarse y nunca se lo sacó. Se mantuvo impecablemente rubia hasta que se enfermó. Era peluquera. Y siempre le gustaba esponjarse el pelo para arriba. Tenía uno de esos secadores gigantes de pared sesentosos de la época en que trabajaba; y cada vez q me bañaba en su casa estaba obligada a secarme el pelo. Ella metía la cabeza ahí y salía divina. Yo salía pareciendo un caniche electrocutado.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Los cambios y las perdidas

Los cambios siempre son movilizantes. Este último mes, la vida me puso a prueba y me sacudió un par de golpes. Básicamente es por eso que no anduve por acá.

Salí del país por primera vez sola, me fui de vacaciones a muchos kms con el fin de reencontrarme con mi mejor amiga que hace casi un año no veía, renuncié a mi trabajo, volví a mi ex trabajo y falleció mi abuela durante mi viaje.

Hay muchos tipos de cambios. Los que son elegidos siempre tienen un sabor agridulce, porque aunque lo hagamos con la firme convicción de que son para mejor, siempre uno deja algo atrás por eso. Cuando uno se separa, puede saber en el fondo de su corazón que es la mejor decisión, pero eso no hace más fácil el proceso. Uno pierde muchas cosas aunque este convencido de que lo hace por un bien mayor. Y el miedo a no estar tomando la decisión correcta siempre empaña un poco la alegría. 

viernes, 5 de febrero de 2016

Ghosting: El Arte de Desaparecer

Frases como: “Me encantaría que si no quiere salir más me lo diga” o “¿Qué le cuesta contestar un msj y decirme que no quiere saber nada conmigo?” pasaron a ser cada vez más comunes en mi vida. Amigos, compañeros de trabajo o de facultad, mujeres u hombres, todos llegamos a una misma conclusión: cada vez son menos personas las que son sinceras con sus sentimientos.

Andrea el otro día me contaba que después de salir casi dos meses con un chico, este le había dejado de hablar de la nada. De repente había pasado de recibir mensajes todos los días a no saber más nada de su existencia. Su primera reacción fue, obviamente, escribirle ella. Pasó una hora, dos y no le contestó, tres, cuatro...

-Todavía no me clavo el visto- me escribió por Whatsapp- ¿Puede ser qué no haya mirado el celular en todo este tiempo?-

simplemente-no-te-quiere

martes, 26 de enero de 2016

Deletear los Recuerdos

Manual de Supervivencia a un Separación VI

Deletear los recuerdos


Separarse no es cosa facil, ya lo he dicho muchas veces. La frase viene erigida en una base solida, mi propia experiencia, y la observación exhaustiva de mi entorno. Nos acomodamos tarde o temprano, con más o menos lagrimas aprendemos a seguir para adelante. Yo soy muy de esa movida, más empujada por la terquedad que por el sentido común siempre camino para adelante, y en ese caminar sin mirar, siempre voy dejando pedazos de mi misma que después tengo que ir a recuperar.

Supongo que no soy la única, supongo que a más de uno le habrá pasado que impulsado por las ganas de volver a estar bien se salteó muchos pasos del duelo. Yo por ejemplo encontré que no me deshice nada de las cosas de él.



miércoles, 20 de enero de 2016

23 Años sin Audrey


En mi blog viejo hay un texto que dice: 


"Alguna vez fui banal, alguna vez mi mayor preocupación era una cartera que quedará perfecta con esos zapatos rojos, o con ese vestido de lunares de ensueño. Que el maquillaje no se corriera y que siempre sintiera que sonaba una canción de fondo.Algunos días sigo siéndolo. Y los tacos dejan de doler, el rubor le da color a mis mejillas, y probablemente tararee una melodía mientras pienso que nada ni nadie puede detenerme. Porque si la música no está, más me vale proporcionarla yo misma.

E imagino que mi vida es una película, que mi novio es un príncipe azul, y que Audrey Hepburn me mira desde el otro lado de la pantalla. Que Givenchy me viste, y soy una musa para sus diseños. Que Tiffanys es grande, brillante y esta a mi disposición para que desayune contemplándola cada mañana. 

A veces a mi gato sólo lo llamo por “Cat” y alucinantemente responde al nombre.Desayuno con Champagne, porque nunca es demasiado temprano o demasiado tarde para festejar. Y nunca recibo malas noticias sin haberme pintado los labios. O al menos eso suelo decir."


Creo que hoy es un buen día para rescatarlo de ese rincón del ciberespacio. Es curioso, con Audrey me pasa eso que describía Borges: me gusta tanto que no me gusta que le guste a otras personas. Porque es un amor así, celoso. Y hoy hace 23 años el mundo brillaba un poco menos, hace 23 años se iba un icono de la moda, una estrella de Hollywood, una madre de dos hijos y una defensora de las causas sociales.

Hay mujeres hermosas, hay actrices talentosas, hay damas elegantes, y después estaba ella. 


Dudas, sugerencias, a nuestro mail ideasconglamour@gmail.com
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miércoles, 13 de enero de 2016

Quejita vs. la Tana Ferro

“Quejita” se queja. Es una verdad universal. Como que el cielo es celeste o que llueve de arriba para abajo. Pero se queja por deporte y no por mal humor. Hay gente que le gustan los chistes, a ella le gusta refunfuñar. Si hace calor, porque hace calor; si hace frío, porque hace frío y si tiene resaca, porque el mundo la odia y no la hizo tolerante al alcohol.


Lo de ella es un comportamiento crónico y repetitivo, una forma de catarsis mal llevada, que despierta ternura y bronca a partes iguales. Es reiterativa y dramática, llega a la oficina refunfuñando y cuando alguien le pregunta qué le pasa, arranca un monologo sobre el calor y las pésimas condiciones del transporte público. Pero tiene un mecanismo curioso, que es lo que diferencia a Quejita de Rompe Cocos, y es que hasta ella misma se aburre de su planteo.

jueves, 7 de enero de 2016

Los Controladores

Cuando empecé terapia hace algunos años, una de las primeras cosas que me hizo notar la psicologa es que tenía un grave problema con delegar responsabilidades. Es el día de hoy, cuando ya mucho tiempo me separa de esas sesiones y de la posterior "alta médica" que sigo teniendo el mismo problema. Y se debe todo, absolutamente todo, a mi afán de tener el control. 

A medida que uno va creciendo, va percatándose que ciertas cosas no se pueden manejar, la mayoría de las personas intentan vivir con eso y lo logran. Aceptan que somos humanos, y que no podemos manejar cada mínimo detalle de una cuestión, porque no nos da el físico ni la mente. Aceptan que "el que mucho abarca, poco aprieta". Y que no importa cuánto te esfuerces, siempre habrá cosas que escapen de vos.

lunes, 4 de enero de 2016

Armar la Valija

Tarantina volvió

Perdón por tanta ausencia, parecía que había desaparecido pero no. Acá estoy, reviví después de mucho trabajo, parece joda pero laburar de diseñadora agota toda la creatividad posible a fin de la temporada y necesitas detenerte, bajar un cambio, mirar un rato la nada antes de arrancar con la próxima. 

I'm back y como siempre traigo recomendaciones.

Vacaciones!!!!!!