jueves, 21 de abril de 2016

3 Tendencias Infaltables para este Invierno

Moda Invierno 2016


¿Se acuerdan del verano? Con tanta lluvia parece haber quedado en un pasado remoto. Pero aunque por momentos nos olvidemos, el invierno ni siquiera llegó todavía.  Y es por eso que me creo aún con derecho para compartir algunas de las tendencias que vamos a ver esta temporada.

Como ya todos saben, o al menos lo sabía  Wilde, la moda es una forma de arte tan espantosa que cada seis meses tiene que renovarse. Si Oscar fuese contemporáneo nuestro, sostendría que esa renovación es cada 2 o 3 meses. Así  que aprovechen y sumérjanse en este mar capitalista/consumista que amamos y odiamos en partes iguales.

moda-fashion-invierno-winter-2016-tendencias

Y es por eso que si hablamos de tendencias les tengo que nombrar tres que la van a romper este invierno. 


lunes, 18 de abril de 2016

El Arte de Tropezar

¿Qué es lo que más me molesta de tener un blog? Cuando mis supuestas amigas, me citan en mi contra. En serio, pasa más a menudo de lo que ustedes se imaginan. Tengo amigas, como Tarantina, que cuando me ven derrapar en vez de aconsejarme de manera objetiva recuerda alguno de mis blogsconsejos, y me lo refriega por la cara.

El otro día me decía “No entiendo por qué te estas volviendo a tropezar con la misma piedra, no se supone que la felicidad se compone de pequeñas decisiones?”. Estábamos chateando, ni siquiera la tenía en frente y sabía que había perdido la batalla.



Yo solita me había metido en una guerra que de ante mano estaba perdida. Casi como cuando Hitler decidió pelear más frentes de los que podía controlar. “¿Por qué te haces esto? ¿Por qué no elegís estar bien?” me preguntó después de un rato. Y me quede callada. En estos últimos meses, se supone que aprendí a lidiar conmigo misma de muchas maneras. Soy una versión casi 2.0 de la persona que era, pero así y todo hay cosas que no podemos soltar.

Las personas elegimos mal, y siempre vemos mejor en el ojo ajeno el fardo, o el pasto, o lo que venga a decir el dicho. Porque en el fondo somos masoquistas, así como nos acomodamos, nos boicoteamos, y siempre nos exponemos de múltiples formas. Nos vendieron el cuento de que las relaciones tienen que ser complicadas, que tenemos que dar mil vueltas antes de poder disfrutar de las perdices y que lo fácil aburre.


¿Y qué es lo peor de todo? Cuando tiene razón, cuando Tarantina me gana en mi propio terreno porque me conoce hace años. Porque sabe cuándo me estoy mintiendo a mí misma y porque sabe cómo va a terminar algo antes de empezarlo. Al fin y al cabo, los humanos somos seres basados en la repetición de patrones.

-Ya sé que no debería hacerlo- le contesté después de un rato.


-Ya sé que lo sabes, siempre lo sabes B.-

Y no hubo más que agregar. Hombres, mujeres, niños y niñas, siempre una parte de nosotros sabe cuándo está tomando una mala decisión, siempre somos conscientes cuando empezamos a cavar nuestra propia fosa. Pero así como lo sabemos, también sabemos que lo más fácil es ceder a esos impulsos por más que a la larga sean contraproducentes.



¿Qué les puedo decir? Tarantina tenía razón, y yo me quemé jugando con fuego, básicamente la historia de mi vida(la parte del fuego, no que ella estuviera en lo correcto). Pero de todas las experiencias aprendemos, y cómo diría mi querida amiga “Todos tenemos nuestros tiempos”. Lo importante es dar siempre un paso más para estar bien, y mientras, que nadie nos quite lo bailado ¿No?.

¿Y ustedes qué opinan? ¿Apostamos por causas perdidas por vicio, por costumbre o por convicción?

viernes, 15 de abril de 2016

Las rubias no se divierten más

-Cada vez estas más rubia!-
-Y no por eso más feliz- le contesté una vez a una amiga.

¿Vieron qué dicen que las rubias se divierten más? Bueno, es un mito. Me pase un año y medio cambiándome el color de pelo, hasta encontrarme platinada. Sí, ese tono polémico que nadie debería tener, excepto que seas Marilyn Monroe o mi abuela. Y dado que ninguna de las dos está en este plano actualmente, se nos acabaron las excepciones permitidas.


Mi abuela se platino antes de casarse y nunca se lo sacó. Se mantuvo impecablemente rubia hasta que se enfermó. Era peluquera. Y siempre le gustaba esponjarse el pelo para arriba. Tenía uno de esos secadores gigantes de pared sesentosos de la época en que trabajaba; y cada vez q me bañaba en su casa estaba obligada a secarme el pelo. Ella metía la cabeza ahí y salía divina. Yo salía pareciendo un caniche electrocutado.

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