- Engañé a Carla-
Mire a Tomás sin poder creerlo, no el engaño, sino la falta
de oportunidad. Ni siquiera me había dejado sentar antes de tirarme esa bomba.
Es más, todavía tenía puesta la campera.
- Debería irme ahora que todavía estoy a tiempo ¿No?- le
pregunté.
- Imposible, ya te pedí una cerveza- suspiré y me senté en la
mesa.
- Espero que la traigan pronto. Bueno, ¿Qué pasó?-
Carla y Tomás están de novios hace un tiempo considerable.
Son de esas parejas sólidas que todos creemos que van a estar unidas incluso si
viniera una apocalipsis zombie. Ese tipo de amor compañero, divertido, sano. Si
de alguien no me imaginaba esa confesión era de él. En serio, es mi único amigo
que la novia no me odia, debería cuidarla un poco más!