El otro día me junté con dos amigos, fuimos a tomar una cerveza- les juro que no tengo problemas con el alcohol- y a ponernos un poco al día. Así surgió un tema particular.
¿Por qué las personas hacemos cosas que están mal, aun a sabiendas de que no es correcto hacerlas?
Andrea está saliendo con un chico que le encanta, se ven dos veces por semana, y se supone que tienen cierta exclusividad. Pero se enteró que el chico en cuestión, anda quedando de vez en cuando con una compañera de facultad, y claramente estaba indignada.
“C” y yo ladeamos la cabeza apenas termino el relato. Y nos miramos unos segundos en silencio esperando que el otro hablara. Sabíamos que no había respuesta feliz a eso y dicen que soldado precavido sirve para otra batalla.